Elías viene primero

La restauración comienza con la venida de Elías

 

En 1 Reyes 17 y 18 encontramos la historia del profeta Elías, asignado al reino del norte, más conocido como Israel luego de la división del reino.

 

Elías aparece en escena y le dice al rey: yo estoy delante de la presencia de Yahweh y este pueblo ha abandonado a Yahweh, por lo tanto, ahora viene un juicio; no lloverá hasta el día que yo diga. No le dice vengo en nombre de Yahweh, sino: estoy en la presencia del Dios a quien sirvo constantemente, así que por mi palabra llueve y por mi palabra se cierran los cielos. 

 

Elías era una persona muy entendida y muchos dicen que estaba conectado con la Tribu de Leví, aunque no lo podemos afirmar, sabemos que la tribu de Leví se dedicaba al sacerdocio.

 

Luego de presentarse al rey, Elías se retira por mandato de Dios a un arroyo, y después de un tiempo el arroyo se seca, entonces Elías es enviado a una viuda. Al llegar, lo primero que le pide es que le traiga agua (justamente lo que escaseaba) y pan, que era lo último que la viuda tenía.

 

Elías comienza a transitar una escalinata profética

 

“Cuando alguna persona ofreciere oblación a Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso, y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová. Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová”.

Levítico 2:1-3

 

Las ofrendas que se hacen para que suba el olor fragante a Yahweh, no son sacrificiales, son ofrendas de elevación, las otras son para perdón. Teniendo en cuenta que la palabra ofrenda, en hebreo es korban, que significa acercamiento, una ofrenda no es para recaudar dinero sino un medio para acercarnos a Dios.

 

Cuando Elías aparece, el pueblo viene fallando hace mucho tiempo, no hay sacerdocio y por ende tampoco hay ofrendas, es decir que la ley no se cumple, entonces viene la sentencia. Él entiende que debe haber una restauración de la sanidad nacional, y para eso es necesario ofrendar, pero no se puede ofrendar si no hay un sacerdote, por lo que Elías comienza restaurando el sacerdocio y pide la ofrenda más pequeña, la de una viuda pobre. Elías representa al sacerdocio, ya que él vivía ministrando en la presencia de Dios, y por primera vez en muchísimos años se presenta una pequeña ofrenda y Dios lo confirma como sacerdote del orden correcto, multiplicando la provisión para la viuda, y resucitando a su hijo. Entonces lo primero que hace Elías es dar una sentencia, pero lo segundo que hace es restaurar las ofrendas, para que pueda comenzar a liberarse un programa en la tierra de Israel.

 

Luego de esa ofrenda, aún faltaba algo más para que se pudiera liberar la lluvia. Elías se presenta delante de Acab y le dice que convoque a los sacerdotes de Baal y Acera, y se enfrenta a aquellos sacerdotes que habían lucrado con el sistema y maldecido a la nación. Aquellos que habían apartado al pueblo de la ley de Dios y mientras el pueblo padecía hambre, comían de la mesa del rey.

 

En 1 Reyes 18 leemos como Elías les propone ofrecer sacrificios, Elías solo contra ochocientos cincuenta profetas de Baal y Acera. Ellos estaban confiados, creían que no podían estar equivocados, eran privilegiados, comían con el gobierno, disfrutaban de la benevolencia del rey.

 

Preparan los altares, para ofrecer cada uno su sacrificio, su korban (ofrenda de acercamiento) para ver cuál de los dioses era el verdadero. Y dependiendo de quien respondiera, ese sería considerado Dios sobre la nación. Y conocemos la historia, pasaron horas y horas, no pasó nada, se cortaban, se golpeaban y el fuego no venía a consumir su sacrificio, el fuego de su falso dios no estaba; hasta el punto en que Elías se burla de ellos y les dice: tal vez esté durmiendo su dios… entonces Elías comienza a preparar algo perfecto.

 

Lo primero que hace Elías es restaurar el altar conforme a como Dios lo había establecido, porque hay una manera en la que Dios funciona y muchas veces no es como a nosotros nos parece. Lo segundo que hace es poner el sacrificio, en tercer lugar, moja el altar para purificarlo (no para alardear como muchos creen) y lo limpia hasta el punto en que el agua ya corría drenando todo.

 

Ahora si, Elías invoca el nombre de Yahweh:

“Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja”.

1 Reyes 18:36-38

 

Elías era un profeta de alto rendimiento, traído desde el sacerdocio, no andaba suelto, se movía en un plano superior, el movimiento profético, ese movimiento que no está vinculado a que hablemos en lenguas o a que hagamos cosas extraordinarias como actos proféticos, sino que es directamente proporcional a moverse bajo el mandato de Dios. Por eso Yahweh responde y al final de la historia, Elías les corta la cabeza a todos esos profetas, los elimina y todo el pueblo a una voz declara que Yahweh es su Dios.

 

¿Por qué Elías viene primero que Yeshua?

 

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado”.

Malaquías 3:8

 

Dios les está diciendo, me robaron en las ofrendas, porque no se acercaron más a mí, y en la porción que yo mantengo para el cuidado sacerdotal. En esa época el pueblo había retenido las ofrendas y el sacerdocio tuvo que salir a trabajar para sustentarse, dejando de ejercer su función, el sacerdocio, que es la porción en donde Yahweh se complace, no estaba ofreciendo sacrificios a Dios. Dios les dice, me robaron mis sacerdotes, el alimento de mi casa, que es mi ley, con lo que yo alimento a la gente, para que la gente sea beneficiada y haya abundancia.

 

Hoy en día, tenemos una doble problemática; por un lado, un sacerdocio que no está legalizado y que Dios no reconoce, muchos estafadores de la fe; y por otro lado un pueblo que al haber visto eso, cerró sus manos y no cuidó del sacerdocio que debía enseñar cómo acercarse a Dios.

 

Necesitamos acercarnos a Dios y que Dios se acerque a nosotros, y en este esquema profético de restauración es necesario que primero venga Elías para señalar que viene una sequía, que la nación está fuera de la ley, y que vienen tiempos aún más difíciles, pero, para los que siguen su ley, los que aman al Mesías, viene un progreso constante, porque no cierran su mano para con el sacerdocio que les enseña e instruye en las leyes de Yahweh.

 

Elías viene a restaurar el sacerdocio, a restaurar las ofrendas y a preparar un pueblo bien dispuesto que viva bajo el mandato de Dios, donde Él se pueda manifestar de una manera sobrenatural para que todos puedan creer.

 

Llegó el tiempo de la restauración de todas las cosas según el orden de Dios y como iglesia tenemos una gran responsabilidad: vivir según Dios o vivir según como nos parezca. Si estás en el liderazgo debes tener un sacerdocio santo y si formas parte del pueblo debes mantener tu corazón caliente para con Dios.

 

Que el sacerdocio cuide del pueblo y que el pueblo cuide de los sacerdotes, si tiene sacerdotes íntegros, entonces será inevitable que Dios venga. Que tu ofrenda represente una intención de acercamiento a tu Padre y que haya temor en cada movimiento que hacemos, creyendo en un Dios que constantemente nos bendice y nos da sobreabundantemente.

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