Celebramos Pésaj: La Fiesta de la libertad

La historia de Pésaj nos da un panorama para entender mejor el regreso de Yeshúa. Es decir, que Pésaj no puede ser visto solamente como una historia, sino que es un recordatorio y una guía profética para los días que vienen.

El mismo Maestro conectó esta fiesta a su regreso definitivo, en Lucas 22:16-17.
El apóstol Pablo también conecta esta fiesta diciendo que cada vez que la celebráramos estamos anunciando su sacrificio HASTA QUE ÉL VENGA.

El sacrificio perfecto del Hijo de Dios, Su sangre derramada marcó el dintel de nuestros corazones, nos libró del pecado y de la muerte.

En 1 Corintios 5:7-8 se nos manda a celebrar la fiesta limpiándonos de la vieja levadura, para que seamos nueva masa.

La levadura simboliza el poder infeccioso del mal, el pecado, el orgullo, todo lo que nos contamina.

Cuando Yeshúa habla de la levadura en Lucas 12 dice que nos guardemos de la levadura de los fariseos, ya que ellos ponían una carga en forma de mandamientos que ni ellos podían cumplir.

Creemos que esa levadura de la religión está hoy presente en muchos lugares; Yeshúa no solo vino a traernos libertad del pecado, ¡vino a hacernos libres de todo tipo de esclavitud!

La levadura de la religión está llena de doctrina de hombres y prácticas paganas que se han incrustado en muchas casas. Despojémonos de toda levadura y seamos esa nueva masa entendiendo hacia donde El Padre quiere llevarnos en este tiempo.

Nuestra mirada en este Pésaj está puesta en la venida de Nuestro Señor. Abraham, mucho más antiguo que nosotros, esperaba una Patria celestial, los primeros discípulos aguardaban y predicaban Su regreso.

¡Nosotros abrazamos esa misma Fe y en estas fiestas de nuestro Padre tenemos más presente que nunca que nuestro REY está pronto a regresar y establecer Su Reino aquí en la tierra!

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